martes, 26 de agosto de 2008

¿DE DONDE VENIMOS?

Esta idea es de Ivan que desde la parte de arriba del mapa nos nutre con sus buenas vibras, Gracias Ivan.

Muchachos

Pueden identificarse y contar cuando se integraron a la letra "B".Del 4to "B" preparatorias (del año '56 con el Sr. Soto y después con López) vienen el Jorge Munoz, "mona" Morales, Rolando Badilla (a quien lo encontré en 2 ocasiones en Chile), Pato Estay, quien mas de los que están en esta lista?
Trate de comunicarme con el Renato Valdez pero el pidio a su familia no dar su paradero a nadie en Holanda.
El Humberto llego después de la Squola Italiana y a el lo iban a dejar al colegio sus hermanas ya que el era el único varón e hijo menor... Humbertito (como le decían) cuando llegaste a la "B"?. El Paco, el guaso y el Leo llegaron al 4to "B" de Hdes.
V Morales, Rolf, Smirnoff ( a quien le escribí y nunca me contesto) al parecer llegaron en las Hdes a la "B" .
Me parece que el Manolo Pena llego al 3ero de Humanidades junto a un turco que en este momento se me olvido el apellido y que al se le encuentra de vez en cuando en el Samoiedo tomando café.
El Pato Araya venia de otra letra. Por favor, identifiquen cuando llegaron a la "B".... siempre y cuando no se estén poniendo seniles.
Un abrazo.
Iván Sepulveda

Ivan ... yo llegue del 4 C al 5 B porque la Profesora jefe del C era la La Eliana Somoza y yo no era de su gusto sexual.... por lo tanto éramos enemigos por eso me cambie... Capicchi Leo

Estimado Iván y viriles muchachos:
Papá llego en 5ª B, ya que me cambie del 4ª F porque nos agarramos a puñetes con mi mejor amigo que era el negro Manuel Leiva, bueno también para los aletazos y me encontré con los mejores, quien lo iba a creer.
Saludos,
Erwin Rolfs

Querido Erwin,

pensándolo bien el 5º constituye una buena base para una de esa pelicular donde se juntan puros jovencitos , algo así como una legión extranjera de compadre choros, como tu dices "los mejores".
Yo emigré obligadamente después que repetí en el 5ºE, para que te voy a venir con cuentos simplemente no coincidimos en las apreciaciones académicas con varios profesores entre otros con don Florencio Valenzuela. La verdad que termine muy molesto con él por su falta de comprensión y calidez respecto a mis conocimientos y particularmente a mi letra.
Cuando pasaba revisando las composiciones respecto al Quijote, miraba mi cuaderno y sin ningún reparo me ponía un dos, lo que me daba mas pica era que en el curso había otro personaje que también tenia pésima letra, pillo contumaz, (Dighero lo debe conocer porque estudió medicina en Concepción), el "Cabeza de Escuadra" Fuentes. Cuando le iba a poner el dos, salía con la CHIVA de que estaba tomando clases particulares de caligrafía con lo que se salvaba de la drástica calificación de la” Paula”.
Otra falla clave de este profesor, al que con los años llegue a apreciar sinceramente era que jamás coincidimos con los enfoques relacionados a las andanzas del esmirriado Hidalgo de la Mancha. Debo reconocer, eso si, que mi infinita capacidad de divagación acerca de lo humano y lo divino ayudaron harto a que no pudiera siquiera empatar con las apreciaciones de mi profesor.
El libro lo lei completo, más que nada para demostrarle que pese a mi letra ilegible era un buen lector, sin embargo de una u otra manera siempre el se las arreglaba llegar el a conclusiones distintas a las mías.
Aun conservo esa edición de Aguilar, en hoja fina de papel arroz y de cuando en cuando me reúno con el flaco Sr. Quijana o Quesada como le llamaban algunos, y me pregunto una y otra vez que importancia tenia el saber o no que libros revisaron el Cura y el barbero en la biblioteca del Ingeniosos Hidalgo. Si los libros estaban ahí, era cosa de buscar la pagina y revisar, pero don Florencio con esa rigurosidad proverbial exigía que se los nombrara ....de memoria.
No fue eso lo único que no aprendí, jamás pude memorizar los versos de don Calderón de la Barca ni de varios otros connotados autores de épocas pretéritas. Calcula que ni la canción nacional he logrado memorizar, ni hablar del himno del Liceo, el que yo canto, si otro va apuntando con la letra.
A los años decidí hacer yo mis propios versos, y descubrí que tampoco podía memorizarlos, de modo que recuperé mi autoestima llegando a la conclusión que pese a ello logre sobrevivir y más eso disfrutar de la vida y recuperar mi respeto por ese extraordinario profesor.
Hubo otros que no respete tanto, con algunos logramos coincidencias pero las verdad
sea dicha ese 5º E que fue la antesala al 5ºB. Supongo que mi mente aun no estaba lo
suficientemente fuerte, debo haber sufrido de déficit atencional severo, dislexias múltiples, debilidad extrema por exceso de ejercicios manuales, sumado a que durante dos meses falte a clases ese año del centenario por una amigdalitis purulenta rebelde.
Debo reconocer también que en vez de estudiar disfrutaba mil veces mas yendo a jugar las pichangas frente a la casa de mi gran amigo Ricardo Jeria, hoy conspicuo funcionario de la Aduana de Valparaíso.

En vísperas del examen de matemáticas, cuyo pronostico era parecido al de los atletas chilenos del Beijing, se mató en moto un compañero de curso: Morgado, ese hecho nos sacudió hasta los tuétanos, como diría mi mama. Fuimos todos al funeral menos uno, a quien no mencionaré, yo salí mal en el examen, no por el funeral sino porque el álgebra no había calado en mi cerebro, eso lo consiguió justamente en el 5ºB don Fernando Ferradas. Íbamos muy contritos y apenados, pero sobretodo furiosos con el krumiro que no fue capaz de dejar de estudiar para ir a despedir a Morgado al cementerio del Belloto. Varios salimos mal, el "chueco" salio bien, pero perdió algo mucho más importante:...... nuestro respeto, nunca lo perdonamos.
Ese año creo que fue el año que llaman bisagra. Debo agradecer la recepción de mis compañeros nuevos. Siempre me sentí bien en ese curso, conocí otros especímenes como el Chico Vera, mi compañero de banco, Patricio Pastor, quien con su certeza de siempre me dijo hoy día que haría todo lo posible por estar con nosotros el sábado. Solo estuve un años en ese curso, pero para mi es toda una vida, tal vez el viaje de estudio no otorgo la marca que faltaba para que nos reconociéramos no importa el tiempo que pase como sobrevivientes del 5ºB. Ese curso, esa legión hermosa caló en mi y aquí estamos hilvanando recuerdos y repasando historias proyectándonos para los próximos infinitos que nos quedan por vivir.


Antonio Lautaro Paco Borja


Estimados:
Yo ingresé al Liceo al 4ºB el año 62 y terminé en el 6ºB con Ferradas el 64. Esa fue mi corta
trayectoria en el glorioso Eduardo de la Barra, pero dejó una huella indeleble en mi vida.
Un abrazo,

Rodolfo Martínez

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